Vista y sentida la tragedia ocurrida en el metro de la Ciudad de México con la lamentable muerte de inocentes, la pérdida de infraestructura crítica y el colapso de la confianza de los ciudadanos; cabe preguntar legítimamente, quiénes son los responsables y qué hacer para evitarlo.
Lo que está claro es que damos por hecho que los edificios (infraestructura) se cuidan solos, como si fueran seres biológicos, que se auto sanan como las heridas en el cuerpo. ¿Quién los cuida en un mundo en que la preservación es primera necesidad?
Un método contemporáneo con tecnología de punta, es el monitoreo permanente de vibraciones, que asemeja un Holter, un proceso en que los edificios (infraestructura) hablan de sí mismos, de cómo están. La vibración y su monitoreo da señales precisas de fallas antes de que ocurran y dichas estructuras colapsen. Es un acto de responsabilidad usar estas tecnologías y reparar antes del colapso. Los actores responsables debemos estar alerta al envejecimiento y a las enfermedades estructurales.
Huella Estructural se encarga del monitoreo permanente de vibraciones usando equipos acelerómetros, lo que nos permite establecer una huella propia de las edificaciones. Al compararlas luego de un evento sísmico o a causa de cargas de importancia, podemos conocer si ha sufrido un cambio relevante en su salud. Esto se hace por medio del estudio de sus frecuencias, inclinaciones, y demás parámetros. Las estructuras hablan solo hace falta escucharlas y medirlas de forma preventiva y permanente.
¡Hoy tenemos la tecnología y la debemos ocupar!